Pana ¿y eso que te regresaste? pensé que estabas super instalado y relajado afuera…
Que va pana, me vine, no me gustó esa vaina para nada, uno se va buscando algo mejor pero afuera te das cuenta que Venezuela no está tan jodida.
¿Cómo es eso? si tu dijiste que este gobierno escoñetó esto y que ya no se podía vivir aquí.
Que va mi pana, eso lo dice uno pero cuando te vas, te das cuenta que uno aquí tiene como echar para adelante.
¿Tan jodida es la cosa afuera?
Burda, fijate que me fui, con los dolares que pude sacar con los cupos y en SICAD II, lleve más o menos plata porque yo no iba a llegar a esa vaina a estar limpiando pisos o cortando grama por 7 dolares la hora, que va, tu sabes que yo soy es empresario y estaba pendiente de montarme en esa vaina.
Coño, ¿y entonces que fue lo que pasó?
Bueno nada, que en esa vaina es un peo, para empezar con los impuestos, cobran impuestos para toda vaina y tu sabes que aquí uno resuelve pero allá pagas o pagas, y coño ok, todo está fino, las carreteras cuidadas, todo limpio, pero coño, de pana que exageran.
Llegué averiguando para meterme en el negocio de la compra-venta de carros y pffff… montar un puesto de hamburguesas y pepitos es un peo, todo es una burocracia, no sé como hace esa gente para vivir ¿ves que aquí uno tiene más chance de progresar?
Y no solo eso, es que no sé, son muy diferentes, tu vas a la playa y eso es calladito, no hay bulla y que va mi pana, playa sin el carro metido hasta la orilla vacilando un reggaetton bien duro no es lo mismo.
Uno se aburre, vas al cajero y sales ahí mismo porque no hay cola, uno no tiene con quien conversar, igual el supermercado, por un lado es chevere pero aquí uno hace la cola y conoce gente, echas chistes, ese calor del latino que lo hace único, afuera la gente es muy seca.
Entonces está el peo de la migra y uno no puede adelantar por el hombrillo, pasarse un stop, armar una rumbita el viernes escuchando su musiquita… nojoda pana, mejor estoy aquí que hago todo eso y no jodo a nadie, no pasa nada.
¿Y que planes tienes?
Coño, arrancar con el negocio que está dando real ahorita, bachaquear, me puse a sacar cuentas y por unas horas de colas cuadro lo que cualquier guevón cobra por un mes de trabajo ¿ves? eso allá no lo puedes hacer, aquí estamos hasta mejor, el peo es que la gente es muy ambiciosa chamo.
El venezolano feo es un libro escrito por Adriana Pedroza cuya primera edición salió a la venta en el 2008, en sus paginas vemos una radiografia de las contradicciones con las que convive el venezolano, ese que vive con el mojón de creerse la verga porque tiene toda la vida oyendo que «Venezuela es el mejor país del mundo» y que el venezolano es chevere y que además es más arrecho que todo el mundo.
Tuve la oportunidad de leerlo hace unos años atrás y al hacerlo, me di cuenta que más allá de los defectos que pueda tener X gobierno, el problema está también en nosotros, que no nos tiembla el pulso al momento de ver las fallas en los demás, pero que nos indignamos a rabiar si alguien se atreve al menos a insinuar que nosotros también incurrimos en esas faltas que criticamos, más que el «venezolano feo» podríamos estar hablando del tan mencionado «hombre nuevo», que no sólo está en el chavismo, también en el opositor que va al cine y comenta sobre la película porque piensa que a todos le interesa su opinión, pero que cuando alguien le pide que haga silencio se arrecha porque vivimos en un país libre y donde se supone que hay «libertad de expresión», también lo vemos marchando y protestando pero un rático, porque es sábado y en la tarde tiene un juego de dominó con los panas, en aquel que dice «es que yo lo digo así» cuando se equivoca y alguien lo corrige o en ese que comenta «hace falta que los cerros vengan a las marchas», pero que luego ve feo a cualquiera porque «es que parece un tukky», el que no le gusta reclamar porque eso es de tierruos y no puede faltar ese que asegura que este es el gobierno más corrupto en la historia del país, para luego venir a decir que su hijo es «empresario», cuando realmente lo que hace es revender los dolares que le cuadra un contacto en el gobierno, ese mismo gobierno que critica por corrupto.
La supuesta conversa con la que inicié este post es producto de mi imaginación, la armé con comentarios que he oído tanto de chavistas como opositores en el transcurso de varios años, por lo que en parte, está basada en una lista de situaciones reales y redactados con el fin de que encajaran en contexto.
Aceptar que todo lo malo que nos pasa en parte es nuestra culpa no es tarea fácil, pero si se puede, el día que cambiemos nosotros, sin necesidad de que venga un Perez Jimenez que nos ponga carácter, tendremos el gobierno que nos merecemos y avanzaremos como nación, mientras tanto siga en su cola, que al final aquí toda la vida se ha hecho cola para toda vaina, dicen algunos.
Y no, estar en contra de este gobierno ¡no me hace oligarca!
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